Eran las cinco y media de la mañana del viernes dieciséis de diciembre cuando casi todo el grupo de estudiantes, Lucia y yo misma nos disponíamos a salir hacia Barcelona para tomar el avión que nos llevaría hasta Basilea.
Uno de nuestros alumnos se durmió y nuestra salida se retrasó casi media hora sobre el horario previsto. Sobre las seis emprendimos el viaje treinta y seis alumnos de bachillerato y las dos acompañantes.
Por suerte pudimos aterrizar en Suiza después de pasar bastantes nervios por los incesantes movimientos del aparato en el que volábamos. A posteriori nos enteramos de que las condiciones meteorológicas eran francamente nefastas para el vuelo hasta el punto de que después de nuestro aterrizaje se suspendió la actividad en el aeropuerto.
Nos contaron que un pequeño huracán azotaba Basilea cuando llegamos y con él vino un cambio de tiempo que nos permitió disfrutar de un paisaje invernal y nevado. Durante el fin de semana pudimos captar imágenes como las siguientes.